EL CANTAR DE ROLDÁN

El cantar de Roldán, narra la derrota de una parte del ejército de Carlomagno en el desfiladero de Roncesvalles, está estructurado en 4000 versos endecasílabos divididos en dos hemistiquios de rima asonante. En esta obra se destaca la valentía de Roldán junto con la de alguno de sus caballeros, como Oliveros o Turpín, y el gran pesar que cae sobre el propio Carlomagno por la derrota de su ejército.

El cantar comienza con la descripción de la batalla y de los caballeros con sus armas; a su vez expone la imagen de un día maravilloso, claro y soleado, para realzar la belleza. Antes de comenzar la batalla suenan miles de clarines.

Interviene el caballero Oliveros para decirle a Roldán que el ejército de los sarracenos es muy numeroso, mayor que el de los franceses, y se muestra preocupado ante la situación peligrosa ante la que tendrías que enfrentarse, ya que el conde se muestra frío y seguro de que deben seguir las instrucciones del rey Carlos de permanecer en el desfiladero.

Olivero pide a Roldán que toque el olifante para que Carlomagno lo escuche y así vuelva el ejército, pero éste no está de acuerdo y dice que prefiere tocarlo cuando sea realmente necesario.

La batalla se muestra dura y peligrosa, y comienzan a a necesitar la ayuda del ejército de Carlos, así que Roldán toca el cuerno. El rey lo escucha y retorna al desfiladero para emprender una venganza.

La batalla prosigue y se muestra una difícil situación para los franceses, el único que queda es el conde, quien se ve rodeado de todos sus compañeros muertos, lo cual lo entristece y le pesa.

Roldán cree que su fin está cerca, así que emprende camino hacia España, y en él, se desmaya bajo un pino, cuando recupera la conciencia llora por el recuerdo de todo lo que ha perdido. Así, pide a Dios que le envíe su ángel Querubín para que se llevase su alma.